En un sistema
inalámbrico de transmisión de energía, un dispositivo transmisor, impulsado por
energía eléctrica de una fuente de energía, genera un campo electromagnético
variable en el tiempo, que transmite energía a través del espacio a un
dispositivo receptor, que extrae energía del campo y la suministra a una fuente
eléctrica. carga. La tecnología de transmisión de energía inalámbrica puede
eliminar el uso de cables y baterías, aumentando así la movilidad, conveniencia
y seguridad de un dispositivo electrónico para todos los usuarios.
Las técnicas de
energía inalámbrica se dividen principalmente en dos categorías, campo cercano
y campo lejano.
En técnicas de
campo cercano o no radiativas, la energía se transfiere en distancias cortas
mediante campos magnéticos mediante acoplamiento inductivo entre bobinas de
alambre, o mediante campos eléctricos mediante acoplamiento capacitivo entre
electrodos metálicos. El acoplamiento inductivo es la tecnología inalámbrica
más utilizada; sus aplicaciones incluyen cargar dispositivos portátiles como
teléfonos y cepillos de dientes eléctricos, etiquetas RFID, cocción por
inducción y carga inalámbrica o transferencia continua de energía inalámbrica
en dispositivos médicos implantables como marcapasos cardíacos artificiales o
vehículos eléctricos.
En las técnicas
radiactivas o de campo lejano, la energía se transfiere mediante haces de
radiación electromagnética, como microondas o rayos láser. Estas técnicas
pueden transportar energía a largas distancias, pero deben estar dirigidas al
receptor. Las aplicaciones propuestas para este tipo son los satélites de
energía solar y los drones o aviones inalámbricos.
Un tema importante
asociado con todos los sistemas de energía inalámbricos es limitar la
exposición de las personas y otros seres vivos a campos electromagnéticos
potencialmente dañinos[i].
Desde 2008, la
Agencia Espacial Japonesa (JAXA) ha estado trabajando arduamente en el
desarrollo de tecnologías para la transmisión inalámbrica de electricidad.
Todavía queda
mucho camino por recorrer antes del uso habitual de las tecnologías WET, aunque
este largo camino avanza a pasos agigantados y no pasarán décadas hasta que las
tecnologías WET, adaptadas a los equipos personales, formen parte de nuestro
día a día. ¿Cuántas décadas hace que no se habla de las comunicaciones Wi-Fi
como un evento con un futuro imperecedero? ... Pero el futuro llega.
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