Desde el inicio de la generalización de su uso, en los siglos XIX y XX, la energía eléctrica se ha convertido en un bien necesario para la humanidad. Existen colectivos que la necesitan para poder dar respuesta a necesidades básicas de supervivencia, pero la gran masa de los humanos precisamos de la energía eléctrica para la industria que produce bienes y servicios, para el comercio y para las actividades cotidianas de todo tipo.
La
evolución de las TIC está contribuyendo a mayores requerimientos de niveles de
consumo de energía. Este incremento en la demanda se ve coincidiendo en el
tiempo con las restricciones imprescindibles de consumo de las fuentes fósiles
que están perjudicando claramente el medio ambiente.
Los
Sapiens no podemos seguir siendo destructivos con nuestro propio hábitat, por
el contrario, precisamos comenzar a aplicar soluciones que la propia tecnología
y el universo nos proporcionan, especialmente en base a la proliferación de
energía por medio de fuentes renovables, así podemos disponer de fuentes de energía
eólica, biomasa, fotovoltaica, hidráulica, entre otras como base alternativa
para la generación de la energía necesaria.
Para
ello precisamos proyectar el desarrollo de nuestra civilización más allá de una
generación. En el último siglo la velocidad de la evolución nos ha llevado a
buscar soluciones siempre de corto plazo, entendiendo como corto plazo en este
entorno períodos de 10 o 20 años, en lo que se refiere a energía precisamos
planear el futuro a 50 o 100 años mínimo, porque caso contrario llegará un
punto en el tiempo en el que la capacidad de improvisación no permitirá seguir
avanzando ante el colapso climático, demográfico, tecnológico y energético.
Es en
este punto que precisamos definir un nuevo paradigma que permita la “sustentabilidad”
de nuestro hábitat. Hoy la propia tecnología nos permite acceder y vislumbrar
opciones válidas para nuestro objetivo. Aquí es donde aparece SUNTHEREUM.
Los
ciudadanos mandan
Muchos
son y serán los intereses de empresas, corporaciones, inversores, autarquías, estados
y organizaciones internacionales que intentan conducir y asegurar sus intereses
-normalmente cortoplacistas- con especial énfasis en mantener los estatus
conseguidos por diferentes medios durante décadas, muchas veces, con esfuerzos
para el desarrollo del sector eléctrico en todas sus áreas.
Pero con
gran diferencia, para el desarrollo de las nuevas formas de generación de
energía, serán los ciudadanos quienes van a tomar el máximo protagonismo en el
proceso, tal como viene aconteciendo con las TIC.
Este
protagonismo tiene diferentes ópticas:
·
La primera es la presión ambiental, para que la generación de energía
se lleve a cabo de forma que se pueda restringir, limitar y si es posible
disminuir la contaminación atmosférica que perjudica el medio ambiente,
fortaleciendo las opciones para las energías generadas a través de fuentes
renovables y que en la mayor parte de su ciclo sean respetuosas con el medio
ambiente.
·
La segunda es la participación en la generación de energía, de la
misma forma que aconteció con las TIC el protagonismo lo tienen los ciudadanos,
así los ciudadanos participaran de forma progresiva como generadores de la
energía que consuman. Esto no solo es un derecho, es y será también un deber de
los ciudadanos para con la conservación del planeta y la viabilidad de
proyectos con energías renovables y sus diferentes formas de generación,
transmisión, almacenamiento, distribución y consumo.
Así,
además de exigir de las autoridades y gobiernos la creación de políticas
conservadoras, deberán comprometerse personalmente, en la medida de sus
posibilidades, con contribuciones de diferentes tipos en este proceso que en
esta década de la energía va a consolidarse.
¿Porque ahora?
La
evolución de la población mundial con unas proyecciones de crecimiento que
llevan al año 2100 con aproximadamente entre los 15.000 y los 20.000 millones
de habitantes basados en las previsiones de crecimiento dados por el banco
mundial[i],
así mismo el crecimiento continuado de las necesidades de consumo de energía
eléctrica va a aproximar el consumo per cápita a más de 5.700 kWh[ii]
per cápita.
Figura 1 Evolución de la población
vs evolución consumo de energia hasta 2100 |
Un dato
adicional, durante el año de 2019 se ha producido el sobrepaso del coste de
watt generado por energías no renovables por encima de las renovables,
especialmente la fotovoltaica.
Independientemente
de entrar en el análisis detallado de las cifras que sustentan este estudio,
que no vamos a analizar, se puede apreciar la tendencia a gran crecimiento de
las necesidades de energía en el corto plazo.
Aparte
de situaciones regulatorias estratégicas a corto plazo en diferentes países, es
obvio que se precisan tomar decisiones para poder absorber las necesidades de energía
que tendrán los ciudadanos que habiten nuestro planeta. Si la estimación es que
la población mundial se habrá duplicado a finales del presente siglo XXI y casi
triplicado en los albores del siglo XXII, las necesidades de energía que consumirán
estos ciudadanos equivaldrán aproximadamente a cinco veces el consumo del año
2019.
“Asumiendo
que la especie humana actúa para sobrevivir, viendo el momento particular de la
evolución de la civilización humana, quedo maravillado pensando como las
futuras generaciones van a hacerlo para sobrevivir 50.000 años más a partir de
ahora. Probablemente, si consiguen sobrevivir, nos caracterizarán como la era
del combustible Fósil y del Carbón, de la misma forma que nosotros nos
referimos a la edad de Bronce y de Hierro”[iii].
Las
soluciones para dar respuesta a estas necesidades de generación de energía no
pueden esperar a ser diseñadas e implantadas cuando ya no sean posibles
respuestas efectivas. Ahora y no más tarde es momento de comenzar a diseñar e
implantar nuevos modelos para la generación de energía. SUNTHEREUM es la
propuesta que entendemos se desarrollará durante la década que se inició el año
2020, para terminar la década con procesos de implantación de diferentes pilares de SUNTHEREUM en plena operación iniciando así la era del nuevo
paradigma de la energía en el mundo.
Las
bases del cambio
Cuando
hablamos de cambio de paradigma lo hacemos apoyados por las posibilidades
tecnológicas de que disponemos en la actualidad, la necesidad de respetar el
entorno para las generaciones presentes y futuras, la obsolescencia de los
sistemas actuales con necesidad de renovación, criterios de seguridad y
efectividad en las propias redes para dar soporte a la demanda para los
próximos años, a la viabilidad económica del modelo actual y especialmente a la
cultura de la responsabilidad ciudadana en todo lo que afecta a la herencia que
se crea para las próximas generaciones.
Basados
en estos criterios entendemos que los Sapiens tenemos la obligación y
responsabilidad de comenzar a diseñar e implantar un nuevo modelo antes de que
el modelo actual quede colapsado.
La
implantación del nuevo paradigma, como aconteció en la historia de la humanidad
en las diferentes ocasiones que se han producido cambios en los modelos
sociales, religiosos, culturales, económicos, etc., se deberá producir de forma
progresiva en el tiempo conviviendo el modelo existente con nuevos estadios ya
pertenecientes al nuevo modelo.
Las
bases del nuevo modelo se sustentan en el siguiente círculo virtuoso:
·
nuevas tecnologías, de generación, almacenaje,
transmisión, seguridad; en
·
nuevas aplicaciones derivadas de las nuevas
tecnologías, modelos, y necesidades;
· nuevos modelos de integración, generación,
almacenaje, transporte, distribución, consumo; y
·
nuevas necesidades de uso, convivencia, calentamiento
global, crecimiento demográfico y distribución.
Figura 2 Las bases del circulo virtuoso SUNTHEREUM |
Estamos
hablando de pilares que algunos son tecnologías actualmente -inicio década de
los 20- firmemente consolidadas, otros son modelos de actuación, otros son
tecnologías en proceso de consolidación, otros son tecnologías en proceso de
diseño, o pruebas muy incipientes que aún no se contemplan como alternativas
reales y otro basado en tecnología existente, aunque aplicada de forma
totalmente innovadora.
Si bien
la consolidación del nuevo paradigma precisará de varias décadas para
consolidarse plenamente hacia la mitad del siglo XXI, entendemos que al final
de la presente década de los 20 las bases y los pilares que las sustentan
estarán en una situación avanzada de desarrollo e implantación, con el ciclo
evolutivo consolidado.
[ii] El año 1971 el
consumo mundial de energia per capita fué de aproximadamente 1,200kWh, el año
de 2014 fué de 3.132kWh, con un crecimiento estimado medio para el futuro de
0,71%. Fuente Banco Mundial. https://datos.bancomundial.org/indicador/EG.USE.ELEC.KH.PC?end=2018&start=1960&view=chart
[iii] “La tercera revolución industrial”, Jeremy Rifkin, 2008